El Trabajo que Queremos: Talento Ágil en la Era de la IA
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Opinión de Denis Pennel, director general de la Confederación Mundial del Empleo A medida que el mundo emerge ...
Opinión de Denis Pennel, director general de la Confederación Mundial del Empleo
A medida que el mundo emerge tímidamente hacia una nueva normalidad post-Coviética, se enfrenta a un panorama externo volátil. Esto plantea algunos retos importantes para los mercados laborales. También presenta al sector de los servicios de RRHH una oportunidad única para mejorar radicalmente su papel, su reputación y su impacto.
Nuestro sector intensificó su actividad para apoyar a los trabajadores durante la crisis de Covid-19, colocando a miles de personas en puestos clave cada día. Ahora está preparada para afrontar el siguiente reto y ayudarles a navegar y tener éxito en un mundo laboral más flexible y cambiante.
Si bien muchos de los apremiantes retos a los que se enfrenta el mundo del trabajo son anteriores a la pandemia, la crisis ha servido para intensificarlos y acelerar la necesidad de soluciones prácticas.
Los miembros de la Confederación Mundial del Empleo (CME) ofrecen una serie de servicios que pueden apoyar a los trabajadores en esta nueva normalidad. El primero de la lista es el apoyo a la transición a las nuevas economías. El informe del Foro Económico Mundial sobre el Futuro del Empleo estima que para 2025 se desplazarán 85 millones de puestos de trabajo y se añadirán 97 millones. Muchos sectores -como la aviación, la hostelería y el comercio minorista- se han visto muy afectados por la crisis de Covid y es poco probable que se recuperen a los mismos niveles. Otros -como el servicio de atención al cliente en línea, la fabricación ligera, la distribución de alimentos, la logística y la asistencia- tienen ahora una gran demanda y una necesidad urgente de personal. Los servicios privados de empleo tienen un papel fundamental a la hora de apoyar a los trabajadores en esta “reconversión laboral”.
La reconversión y la mejora de las cualificaciones serán fundamentales para impulsar una recuperación sostenible y permitir la transición de las personas a los sectores de mayor demanda, tanto como empleados a tiempo completo como temporales. Nuestro sector desempeñará un papel importante en la gran agenda de recualificación que apuntalará la transición a las nuevas economías pospandémicas y las empresas de servicios de RRHH apoyarán a las personas para que accedan a nuevos sectores.
Un número importante de trabajadores de agencias ya recibe formación. Nuestros datos del CME muestran que más del 50% de los trabajadores cedidos en Japón, México y EE.UU. reciben formación y la proporción también es alta en India (49%), Italia (34%) y Brasil (33%).
Ofrecer diversos modelos de trabajo y gestión de la carrera profesional también facilitará la transición. Diferentes formas de trabajo y tipos de contratos permiten a los trabajadores un mayor control sobre sus condiciones laborales, mientras que la orientación profesional y la colaboración con los servicios públicos de empleo pueden ayudar a tender puentes de vuelta al trabajo para los desempleados.
El sector de los servicios de RRHH es bien conocido por sus enfoques innovadores y la nueva normalidad nos brindará la oportunidad de mejorar tanto el impacto como la reputación de nuestra industria a la hora de impulsar el propósito social y la innovación.
Ofrecer un trabajo satisfactorio y oportunidades de progresión puede dirigirse a los miembros desprotegidos de nuestra sociedad: los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes y otros grupos desfavorecidos. El sector de los servicios privados de empleo ya está ofreciendo un acceso más fácil al mercado laboral a estos grupos, que también se encuentran entre los más afectados por las consecuencias económicas de la crisis de Covid-19. En algunas regiones, como Asia y América Latina, la oferta de formas de trabajo decente y sostenible también contribuye a reducir el trabajo informal y a mejorar las condiciones sociales.
La revisión de los mecanismos de protección social será otra prioridad en este sentido. El aumento de las transiciones y la flexibilidad en las formas de trabajo también deben conciliarse con alguna forma de seguridad. Durante la crisis de Covid-19, nuestro sector estuvo a la vanguardia de la petición de que el apoyo gubernamental se extendiera al personal temporal y contratado, y nos comprometemos a desarrollar y aplicar nuevas redes de seguridad para proteger a los trabajadores independientemente de su contrato de trabajo. El Informe de Impacto Social del CME 2020 analiza los niveles de protección social en las diferentes modalidades laborales. En general, se constata que la cobertura legal de los trabajadores cedidos es similar a la de los que tienen contratos indefinidos, pero siguen existiendo discrepancias, especialmente en lo que respecta a los criterios de elegibilidad. La creación de nuevos acuerdos contractuales laborales para conciliar flexibilidad y seguridad seguirá formando parte de nuestra misión de innovación social.
Ayudar a las personas a gestionar el cambio está en nuestro ADN. Ofrecemos a las personas oportunidades de trabajo decente y satisfactorio, garantizamos la empleabilidad y proporcionamos redes de seguridad que protegen a las personas, independientemente de su contrato de trabajo. También reducimos el trabajo informal ofreciendo formas de trabajo dignas y sostenibles.
A medida que el mundo del trabajo se reinventa, el sector de los servicios de RRHH se compromete a ampliar los límites, tomando la iniciativa para garantizar que las medidas de protección social reflejen toda la diversidad de modalidades de trabajo que necesitarán los mercados laborales en la era pospandémica.