El tenis también hace su aporte a la empleabilidad.

19, febrero

En el ATP Tour como en el mercado laboral, el aspecto psicológico hace la diferencia. Los mejores son los que mejor ...

En el ATP Tour como en el mercado laboral, el aspecto psicológico hace la diferencia. Los mejores son los que mejor se sobreponen a los desafíos.

En todo entorno muy competitivo, el factor mental es clave.

Hace muy pocos días terminó el primer Grand Slam del año de tenis. El Abierto de Australia se juega en enero, en Melbourne, bajo temperaturas extremas. Rafael Nadal este año, a las temperaturas altísimas, le agregó unas ampollas muy considerables en su mano. Nada de esto le impidió llegar a las instancias finales.

José María Buceta, psicólogo deportivo español, intenta explicarlo: “por su patrón de personalidad rinde en un alto nivel en situaciones de estrés. Tiene tres componentes: compromiso (el que la persona asume para involucrarse al máximo en lo que debe hacer; sin evitarlo o limitarse a cumplir), reto (asume la situación estresante como un desafío que le proporciona oportunidades en lugar de una amenaza) y control (percibe que domina la situación al centrarse en lo que depende de él, en las fortalezas que tiene para rendir, en sus experiencias pasadas de éxito).

Novak Djokovik también se muestra invulnerable; para él es tan importante estar en forma física como en forma mental: “…fallar, fallar y fallar pero volver para ser más fuertes; esto ayuda a triunfar…” manifiesta con convicción.

Para Roger Federer, uno de los secretos para ganar 17 títulos de Grand Slam es: “…simplificar las cosas en la cabeza. Y hablarse uno mismo de dar el 100% en cada punto. En momentos importantes de los partidos hay que usar las fortalezas propias para explotar las debilidades del rival. Debe haber un plan detrás de cada uno de los tiros”.

La reacción inicial a un error propio normalmente no es la mejor pero hay que enfocarse en el punto que viene y no en el que pasó. Se trata de aceptar el fracaso momentáneo y el estrés. Administrar de manera adecuada las transiciones para ser más fuertes.

Los mejores tenistas son tenaces exploradores de los laberintos de la mente. Ellos también buscan crecer día a día en las competencias relacionadas con la inteligencia emocional. Esas competencias de las que tanto hablamos cuando analizamos el tema empleabilidad.