Por Martin Padulla para staffingamericalatina
Finalmente llegó. Está entre nosotros y va a gran velocidad. Los cambios son profundos y están modificando las reglas de juego. La Inteligencia Artificial debe ser nuestra aliada estratégica para potenciar nuestras capacidades. La cultura juega un rol clave en esta dinámica. Las empresas que brindan workforce solutions en la región pueden ser Frontier Firms
La resistencia al cambio es un fenómeno esencialmente humano. Es una actitud, un comportamiento, que puede manifestarse de formas diversas: puede ser abierta o sutil, estar impulsada por el miedo, el desconocimiento, la desconfianza u otros factores. Las organizaciones, en tanto sistemas abiertos, humanos y complejos, experimentan diariamente este fenómeno.
En 1967, en un pueblo cercano a Londres, comenzó a funcionar el primer cajero automático. Muy poco tiempo después, en los comienzos la década del 70 del siglo pasado, los cajeros automáticos se popularizaron en todo el Mundo. Sin embargo, en un día como hoy de 2025, es posible observar en autopistas, dependencias públicas o sucursales de bancos de nuestra región, jóvenes desarrollando la posición de cajeros. Si hacemos zoom en la observación, veremos que casi siempre trabajan acompañados de carteles firmados por algún sindicato (que no hizo nada por su reconversión laboral) alertando por la amenaza de pérdida de ese puesto de trabajo. No me voy a detener en las consecuencias que tiene para esas personas trabajar diariamente acompañados de esos textos porque ameritaría otra columna.
Treinta años después de la aparición del primer cajero automático, Gary Kasparov, el mejor ajedrecista de la Historia, fue derrotado por Deep Blue, la supercomputadora de IBM que, como aquel cajero automático de los suburbios londinenses, estableció un hito ofreciendo señales claras acerca del potencial de la tecnología en general y en el último caso, acerca del potencial de la Inteligencia Artificial (IA) en particular.
Hoy, 28 años después de aquella histórica partida, se visualiza en el ámbito de las organizaciones un verdadero momento Deep Blue.
A diferencia de la resistencia al cambio ante la aparición del cajero automático, Kasparov comprendió que la IA no era el rival a vencer sino su aliada estratégica para potenciar sus capacidades. Su actitud hizo que actualmente, todos los ajedrecistas del Mundo utilicen la IA para entrenar.
La IA potencia, sólo reemplaza lo que hace años tiene certificado de defunción y nuestra resistencia al cambio no es capaz de elaborar.
El 2025 es el año de los agentes superinteligentes que procesan enormes cantidades de datos, que aprenden 24/7, no llegan tarde, no se enferman y no tienen distracciones emocionales.
¿Trabajando solos? ¿El síndrome de Frankenstein? Por ahora la evidencia empírica indica que la interacción humano-máquina supera a las máquinas, y esto ofrece oportunidades sin precedentes.
Las preocupaciones éticas sobre el desarrollo y el uso de la tecnología deben estar siempre en primer lugar, pero bajo ninguna circunstancia deben paralizarnos.
Por primera vez se observa una serie de elementos que nunca habían coincidido: el volumen de datos disponibles se ha disparado con la digitalización, la potencia de procesamiento y almacenamiento que tenemos vía chips, data centers y demás infraestructuras se ha multiplicado y los algoritmos han recibido inyecciones multimillonarias de recursos para desarrollarse. La combinación de estos elementos permite que la IA nos ayude a gestionar de manera más inteligente y extremadamente más rápido, el conocimiento de la empresa.
En muy poco tiempo, no se concebirán trabajos sin el uso de la IA.
Muchas empresas están en la primera fase de integración de IA en el día a día. Se trata de la fase en la que la IA actúa como asistentes que agilizan tareas y eliminan parte de la carga operativa. La segunda fase es aquella en la cual agentes de IA se integran como colegas digitales, ejecutando tareas bajo supervisión humana. En la tercera, el talento humano dirigirá agentes capaces de gestionar procesos de forma autónoma.
Como integrar la IA a la cultura de la empresa parece ser el próximo gran desvelo de cualquier CEO de una organización.
Pasar de la pregunta… ¿qué le puedo pedir a la IA? a la pregunta… ¿qué es eso que podríamos pensar juntos con la IA y que solos jamás podríamos imaginar?
Para las empresas especialistas en workforce solutions de nuestra región la oportunidad es enorme.
La oportunidad tiene un doble desafío:
- Incorporar IA en todos sus procesos a través de agentes superinteligentes que aprenden 24/7 de la propia empresa y se incorporan a equipos que serán híbridos y ya no más 100% humanos, logrando más agilidad y eficiencia
- Ser la referencia ineludible por excelencia para sus clientes por ser especialistas en la gestión de diversas formas de trabajo con flexibilidad y seguridad a través de talento humano y artificial.
Es que, a partir del conocimiento profundo del negocio del cliente y al ser especialistas en Talento, las workforce solutions podrían entrenar, mejor que nadie, agentes superinteligentes teniendo en cuenta las habilidades requeridas para determinados perfiles, el lenguaje especifico y la cultura de cada cliente que perciba valor en la posibilidad de diseñar equipos híbridos, para que puedan desarrollar roles específicos 24/7.
Las empresas que hoy brindan soluciones de staffing, BPO, RPO, EOR y otras workforce solutions en América Latina pueden transformarse rápidamente en Frontier Firms, desplegando la IA a nivel organizacional para dos propósitos trascendentes: generar una disrupción en la gestión y ser aliados estratégicos para los clientes en la integración de inteligencia humana y artificial; en el diseño de equipos híbridos flexibles.
Una verdadera revolución, una disrupción inimaginable poco tiempo atrás, en la que el factor cultural será determinante.
Estamos en un momento histórico que no sólo modifica a las organizaciones, sus estructuras y su forma de hacer negocios. La revolución tecnológica está redefiniendo qué significa ser humano, qué es inteligencia, cómo nos centramos en la persona, cómo interactuamos en equipos híbridos y de qué manera nos aseguramos de que esa revolución sea humanista.
Existe una inteligencia diferente, super potente, creada por nosotros.
Ante esto podemos meter la cabeza debajo de la tierra como el avestruz, volver a negar la existencia del cajero automático y resistir… o mirar con apertura, liderar este momento único, abrazar las oportunidades asociadas, implementar y experimentar. Los resultados pueden ser extraordinarios.
En contextos en los que abunda la incertidumbre, tenemos una certeza: no se trata del futuro.
Esto está ocurriendo en este preciso momento y busca lideres a la altura de las circunstancias.
Foto de Kate P en Unsplash