En el país sudamericano el diagnóstico es claro. Muchos profesionales y técnicos están dispuestos a trabajar por la empleabilidad, la innovación y el desarrollo
Un artículo escrito por la periodista especializada Paula Urien para el periódico argentino La Nación, pone en evidencia varios temas que generan preocupación respecto al futuro del trabajo en Argentina.
Uno de ellos es la robotización de los puestos de trabajo, especialmente de aquellos que comprenden tareas rutinarias. Otra, más urgente para la realidad actual de Argentina es que los jóvenes estudian carreras que el mercado laboral no demanda, mientras que existen trabajos que no logran encontrar gente que los lleve a cabo. Otro no menor es la deserción en el sistema educativo secundario.
Según el Ministerio de Educación de Argentina, sólo el 27% de los nuevos inscriptos a la universidad elige las ciencias aplicadas, como ingeniería, biotecnología o electrónica, todas con una excelente salida laboral. De ellos, sólo se recibe el 16%. Por otra parte, 38% de los inscriptos eligen carreras relacionadas con las ciencias sociales, cuyo mercado laboral está saturado. Además, entre ellos sólo el 56% se gradúa.
Ese estado de cosas se da en un contexto de 6.6% de la tasa de desempleo explicable sólo debido al persistente retiro de parte de la fuerza laboral del mercado de trabajo. Es decir, entre 890.000 y 3.6 millones de personas han caído en el desaliento y dejaron de buscar trabajo. No hay dudas de que Argentina afronta una serie de problemas graves a resolver en los próximos años sin embargo este es de particular relevancia.
El 51° Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) –evento celebrado en Mar del Plata que reúne anualmente a empresarios, políticos y expertos en materia económica y laboral-, sirvió de escenario para impulsar el debate entre especialistas. Las coincidencias apuntaron a una mejor planificación para poder orientar vocaciones que lleven a una efectiva salida laboral.
Por ahora, los datos son preocupantes: en Argentina el 64% de las personas entre 25 y 30 años no terminó la secundaria, lo que representa un problema gravísimo para su inserción laboral. Además, a pesar de la enorme inversión en educación, una de las más altas en América latina, las pruebas internacionales PISA a jóvenes de 15 años muestra que también hay graves anomalías: Argentina quedó en el puesto número 59.
El Instituto para el Desarrollo Argentino (IDESA), utilizando como base a la encuesta de hogares urbanos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El 46% de las personas entre 25 y 65 años tiene un nivel educativo bajo, con secundaria incompleta; el 35% tiene un nivel educativo medio, con la secundaria completa, y sólo el 19% tiene estudios superiores completos.
Entonces, los problemas de empleabilidad en este país son muchos, y parte de ese déficit se centra en la organización misma del secundario, -orientado a ser un puente hacia la universidad sin ofrecer una salida inmediata laboral hacia un mercado con alta demanda.
Javier Goñi, presidente del 51° Coloquio Anual de IDEA, y gerente general de Alpargatas, afirmó que “la generación de empleo está estancada y es clave si queremos progresar y crecer. Hay que generar empleo genuino que dignifica a la persona. Es una herramienta para atacar la inseguridad, el narcotráfico y una cultura donde la falta de trabajo formal corrompe los valores del ser humano”.
Una de las propuestas viene de la mano de Jorge Colina, economista de IDESA, quien se centró en generar un cambio en la educación secundaria para poder llevar adelante una revolución del empleo en el país. Esto se traduce en desarrollar una educación secundaria que esté articulada con las empresas. De esta forma, los estudiantes tendrán desde temprano la opción de ser formados para el trabajo.
Colina establece que la clave radica en competir JUNTO a la digitalización y la robotización, y trabajar en las siguientes habilidades:
- Inteligencia científica: capacidad de diseñar y programar las máquinas que automatizarán la vida de la gente.
- Inteligencia creativa: ideas innovadoras, sentido artístico, sentido del humor, intuición.
- Inteligencia social: capacidad de interrelación, sensibilidad, persuasión, sentido de la oportunidad, espíritu de equipo y liderazgo.
Santiago Bilinkis, emprendedor y tecnólogo afirma que el futuro es primordial para la educación, pero establece que son pocas las cosas que han cambiado en la forma de educar y que los maestros suelen ser reticentes a los cambios.
Esto no se ajusta a una perspectiva del mercado laboral, local y global, en la que puede observarse que en un futuro cercano habrá empleos que podrían dejar de existir, fundamentalmente los relacionados con servicios, ventas, trabajos administrativos, telemarketers, auditores, vendedores de real state y bomberos, entre otros.
Es recurrente el tema de educar para posiciones que dejarán de existir. Existen jóvenes de 18 años que inician sus estudios para trabajar en posiciones que en unos cinco años no se necesitarán más.
No todas son malas noticias, Argentina cuenta con capital humano de primerísimo nivel en disciplinas tales como neurociencia, emprendedorismo, creatividad e innovación.
Buenos Aires recientemente fue ganadora del Global Entrepreneurship Cities Challenge, una competencia entre 50 ciudades del mundo que anualmente convoca a áreas metropolitanas que promueven el emprendedorismo a escala local.
Fuente: La Nación