Construyendo la universidad del futuro

01, diciembre

El 26 de noviembre se llevó adelante en Buenos Aires, Argentina el evento Construyendo la Universidad del Futuro, ...

El 26 de noviembre se llevó adelante en Buenos Aires, Argentina el evento Construyendo la Universidad del Futuro, organizado por BA Emprende.

 

Oradores de gran nivel y una audiencia ávida de escuchar y proponer cómo re-pensar la universidad del futuro se dieron cita en el encuentro. Cuáles los desafíos que enfrenta la universidad, qué oportunidades puede capitalizar y conceptos como creatividad, emprendedurismo y empleabilidad como ejes esenciales.

 

El futuro de la educación creativa

La primera conferencia vino de la mano de Kerstin Scheuch, Directora de Centro, institución localizada en México.  Esta organización tiene como objetivo profesionalizar la creatividad y dirigirla a la resolución de problemas. La Directora destaca que Centro, creado en 2004, representa un nuevo modelo de educación que ha comprendido que la economía creativa y el “design thinking” es el motor de México.

Centro es un caso exitoso: se ha invertido la estructura, priorizando la innovación, la educación, el conocimiento experto y profesional de los docentes que la conforman por sobre los aspectos administrativos. Los directores de la institución son profesionales exitosos en sus campos, que tienen orígenes diversos y cuentan con total libertad para realizar el diseño de currículas, contratación de docentes y entrevistas de ingreso a estudiantes. Aspectos que destacan a este modelo son flexibilidad, diversidad, libertad, colaboración, buenas prácticas y enorme compromiso y pasión de quienes forman parte de él.

Diseño especulativo en el mundo VUCA

El filósofo y docente Alejandro Piscitelli invitó a pensar en torno a la tecnología y a la pedagogía en un mundo VUCA -volátil, incierto, complejo y ambiguo -. La universidad como la conocemos actualmente no está pudiendo hacer frente a las disrupciones que se generan en este mundo, de manera cada vez más rápida y por fuera del imaginario colectivo. Este mundo demanda nuevas formas de educar y de aprender, profundamente conectadas con las nuevas tecnologías.

Piscitelli fue impulsor de 5 proyectos sumamente interesantes que se basan en el esquema “Esto no es…”. El primero, “Esto no es una clase” lo desarrolló en su propia cátedra en la Universidad de Buenas Aires, donde impulsó a los alumnos a convertirse en docentes mediante “el proyecto Facebook”. Luego, en 2011 llevó adelante junto a un equipo de trabajo “Esto no es un Aula 1 a 1”, un experimento desarrollado en una escuela pública de la ciudad de Buenos Aires en el que convocaron a alumnos de distintas divisiones a realizar proyectos auto-gestionados, en un entorno amigable donde se apeló al aprendizaje multisensorial. Luego vino “Esto no es un Lab”, proyecto en que se cuestionó la cultura de Broca –entendida como una cultura en la que los individuos son consumidores de información-, apuntando a desarrollar la Cultura Maker – individuos como hacedores, como creadores- y la formación Bi, la cual apunta a la integración de ambos hemisferios del cerebro-.

Con “Esto no es una Escuela” la consigna fue reinventar la escuela. Este proyecto se desarrolla en una escuela de México, en la que se propone “volver al principio del jardín de infantes” con un aprendizaje basado en grupos circulares y dinámicos.

Finalmente, “Esto no es una Universidad” se trata de una colaboración con Minerva Schools, una universidad sin campus, trashumante pero con proyectos locales, en la que se apunta al aprendizaje activo y al desarrollo de cuatro habilidades claves: pensamiento crítico, pensamiento creativo, comunicación efectiva e interacción efectiva.

Este mundo VUCA, nos obliga a re-pensar todas las categorías de todas las esferas de la vida, a aprender nuevas formas de analizar la realidad. La clave, plantea Piscitelli, es la curiosidad, que es lo que nos mueve a innovar, problematizar y generar nuevos caminos.

The Wonder Wall

El tercer orador del evento fue el inglés Peter Gamwell, quien inició su ponencia con un interrogante: ¿Cuáles son las condiciones que hacen florecer organizaciones e individuos creativos? Gamwell relató que la idea de Wonder Wall surgió de un jardín de infantes adonde fue a observar la dinámica entre niños y maestras. En una de las salas estaba sentada una maestra y frente a ella tres niños, en una imagen descripta por su similitud por una reunión de directorio. En esta reunión se discutían diariamente temas que surgían del propio interés de los niños quienes tenían en el aula una pizarra, denominada “The Wonder Wall” en la que iban anotando las preguntas e inquietudes que querían  resolver. Los maestros recogían estas inquietudes, e iban armando la currícula de acuerdo a las preguntas de los niños, discutiendo los temas de interés.

Según Gamwell, la incerteza es el concepto alrededor del cual debemos construir el concepto de educación. El reconocimiento del valor y de la capacidad creativa son cuestiones claves para impulsar espacios creativos.

Charlas dinámicas, disparadoras de ideas y conceptos

Ignacio Peña, fundador y CEO de Surfing Tsunamis, planteó que la universidad del futuro va a ser una fuente creativa. Peña destacó que en un futuro cercano en América Latina habrá 200 millones de jóvenes en edad de estar en la universidad y es fundamental que exista verdadera inclusión. Los ejes de esta universidad del futuro deben ser:

  • economía del conocimiento
  • uso de tecnología escalable
  • orientación al impacto: implica el desarrollo de CVs flexibles y digitales, donde se pondere la generación de habilidades nuevas, dinámicas, las cuales suelen ir más allá del título tradicional.
  • reinvención del diploma
  • esquemas experimentales.

La universidad del futuro debe apuntar a formar a la persona integrando humanismo y ciencia, innovación y ética.

Alejandro Artopoulos, sociólogo y docente en la Universidad de San Andrés (UdeSA), hizo un breve recorrido por las etapas que ha atravesado la universidad. Destacó que la universidad de los años 1950’s, formadora de trabajadores para la economía industrial, ha ido quedando atrás.

Denominó el nuevo modelo universitario como 3.0, con foco en el Blended Learning –combinación entre educación presencial y entornos virtuales de aprendizaje. El Blended Learning es un aprendizaje flexible que combina educación presencial y virtual, con el que se dé una conjunción de creatividad y tecnología, ya que ninguna de las dos alcanza por si sola.

Teniendo estos factores en cuenta, se puede decir que la Educación 3.0 apunta a desarrollar el emprendedurismo institucional. El rol de la universidad debe ser el de generadora de las habilidades y capacidades para poner en funcionamiento la sociedad del conocimiento.

Martín Bonadeo, Doctor en Ciencias de la Comunicación y fundador y director de CIFRA de Universidad Austral, problematizó el paradigma actual en el que  se muestran profesores que lo saben todo y alumnos que van sólo a escuchar y a repetir.

Este esquema, según Bonadeo, responde a la estructura verticalista que impera en el mundo educativo. La estructura debe achatarse y los roles han de intercambiarse. Llamó a impulsar la autogestión educativa, a que los docentes cumplan el rol de guías para estudiantes conscientes de que se mueven y moverán hacia un futuro marcado por la falta de certezas.

Estela Cammarota, Ingeniera Industrial y coordinadora de las actividades de la Facultad de Ciencias Económicas en los centros universitarios de cárceles, instó a volcar nuevamente la universidad al territorio, incluyendo a quienes, por distintas razones, no pueden ingresar a las aulas. Afirmó que el conocimiento es fuente de libertad y que nunca debemos olvidarnos que no somos si no somos con el otro.

Por su parte, Agustín Batto, fundador y director de Eidos, comenzó su intervención interrogando al público respecto a cuantos piensan que la universidad, tal como existe hoy, no necesita ser modificada. Quienes estuvieran de acuerdo con esta afirmación, debían permanecer sentados. Nadie lo hizo. Entonces, Batto comenzó a pensar la educación pero esta vez desde el punto de vista del “destinatario”. Planteó que es fundamental pensarlo como un sujeto activo de conocimiento, que co-construye saberes y se avoca plenamente a esto cuando lo que se está analizando despierta su interés y pasión.

La ronda de preguntas generó respuestas sumamente interesantes de parte de los oradores. Una pregunta núcleo fue ¿Cómo se hace para cambiar las reglas desde adentro en un sistema muy rígido? La respuesta, de la mano de Estela Cammarota, fue que muchas veces la respuesta es “infiltrar” y brindar enseñanzas que sean para la vida.

Peña remarcó que es necesario que haya una mezcla entre sana rebeldía y empatía y que siempre el foco debe estar puesto en el estudiante y no en el manual.

Artopoulos, por su parte, resaltó la importancia del aprendizaje basado en proyectos propuestos por los propios estudiantes. En este sentido, Gamwell afirmó que es importante saber escuchar, escuchar para saber qué es lo que el otro está buscando o necesitando y así poder despertar su curiosidad. Bonadeo llamó a despertar a cada persona para que encuentre quien es y que habilidades puede desarrollar. Piscitelli aclaró que para que estas iniciativas confluyan y se dé una verdadera transformación de la educación se debe generar escalabilidad estatal. Es decir, debe haber una decisión política de que escalar estos procesos al total de la sociedad es trascendente.

Guesss

Hacia finales de la jornada se invitó a las universidades a participar de un proyecto internacional de investigación llamado Global University Entrepreneurial Students’ Spirit Survey (GUESSS), organizado en Argentina por la Escuela de Negocios de la Universidad Austral.

La jornada finalizó con una dinámica en la que los participantes discutieron los ejes principales de cuatro grandes temas: universidad y emprendedorismo; universidad y empleabilidad; universidad e impacto social; y la no-universidad. El debate llevo a la construcción colectiva de un primer esbozo de manifiesto sobre la universidad del futuro.