El año 2017 trajo en Brasil una continua reducción de la tasa de desempleo. La Encuesta Nacional de Hogares que mensualmente releva el IBGE, mostró que trimestre tras trimestre, el número de trabajadores en busca de una ocupación fue disminuyendo, de un 13,7% de enero a marzo cayó a 11,8% de octubre a diciembre
Sin embargo, la calidad de los puestos de trabajo generados es muy cuestionable. La informalidad marcó la pauta para el comportamiento del desempleo en 2017.
En diciembre del año pasado la población ocupada era de 92,1 millones de brasileños y los trabajadores informales (sin cartera o por cuenta propia) eran 37,1% del total, o 34,2 millones, superando a los trabajadores formales que sumaban 33,3 millones.
Según el IBGE, fue la primera vez en la historia que el número de trabajadores sin cartera firmada superó al conjunto de empleados formales.
Mientras que el número de empleados con cartera de trabajo firmado a finales de 2017, 33 millones, fue un 2% menor que un año antes, el total de trabajadores sin registro en cartera creció el 5,7% en el mismo período. La categoría de los trabajadores por cuenta propia, sumaba 23,2 millones de personas a finales de 2017, un crecimiento del 4,8% con respecto a finales de 2016.
Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo en los últimos días de enero, el mercado de trabajo formal se contrajo en 2017 por tercer año consecutivo, con el cierre de 20.832 puestos de trabajo con precisión. Desde el 2015, cuando los despidos pasaron a superar las contrataciones, la economía brasileña perdió 2,87 millones de empleos formales.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial (IEDI) sostiene que, “la reactivación del dinamismo económico en 2017, aunque todavía muy insuficiente, no alivió la crisis del empleo en el país”. Sin embargo, el IEDI añade, que la demora del empleo formal en volver al positivo no llega a ser anormal, ya que los empresarios generalmente esperan algún tiempo para ver consolidada la mejora del cuadro económico, antes de iniciar las recontrataciones. En una primera etapa, optan por un aumento de la jornada de trabajo, por medio de horas extras o turnos adicionales, por ejemplo. Es razonable, entonces, que los puestos con cartera firmada vuelvan a crecer en 2018 si la recuperación de la economía se mantiene.
A pesar de que la caída en la tasa de desocupación ha caído a lo largo de 2017, el año pasado fue el peor para el mercado de trabajo brasileño desde 2012, y no sólo por la informalidad. Con una tasa media del 12,7%, el desempleo alcanzó el nivel más alto de la serie histórica del IBGE. En relación a 2014, cuando la tasa media de desocupación alcanzó su menor nivel, el 6,8%, la diferencia fue de 5,9 puntos porcentuales.
Sólo de 2016 para 2017, el número de trabajadores sin cartera de trabajo en el sector privado creció el 5,5%, lo que representa a 560 mil trabajadores. En cuanto a 2014, el aumento medio fue del 3,2%, o 330 mil personas. El número de trabajadores por cuenta propia creció el 6,5% en los últimos tres años, o 1,3 millones de trabajadores en esta categoría.
La agricultura, la industria y la construcción, fueron los sectores que más perdieron trabajadores. En estos tres años, la caída en la agricultura fue del 10,4%, en la industria, el 11,5%, y en la construcción, el 12,3%.
Fuente: Resumen Latinoamericano