La OIT alerta que alcanzar la igualdad de género tardaría casi dos siglos.

08, marzo

En un informe publicado en vísperas del Dia Internacional de la Mujer que se celebra hoy, la Organización ...

En un informe publicado en vísperas del Dia Internacional de la Mujer que se celebra hoy, la Organización Internacional del Trabajo alerta que lograr la paridad de género en el ámbito del trabajo tardaría dos siglos.

Esto se desprende de los datos. La tasa actual de desempleo de hombres y mujeres se redujo a nivel global. En 1991 era de 27,1 % y actualmente es de 23,1%, solamente 4 puntos en 34 años.

Actualmente un 46,4% de las mujeres en edad de trabajar tienen trabajo registrado mientras que en el caso de los hombres esa cifra asciende a 69,5%.

La Directora de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Sujti Dasgupta señaló que “aunque ha habido progresos, millones de mujeres siguen enfrentándose a obstáculos persistentes para acceder a un trabajo decente, permanecer en él y progresar”.

El informe también destaca que solamente un 30% del género femenino tiene cargos jerárquicos en todo el mundo. Por otro lado, las mujeres siguen sobrerrepresentadas en sectores de salarios bajos como enfermería, cuidados. Por cada dólar ganado por los hombres, las mujeres ganan 77,4 centavos. En este último punto, si bien hubo una reducción de la brecha, es necesario erradicar esta desigualdad.

Las organizaciones necesitan talento pertinente esto es, trabajadores con las habilidades y conocimientos necesarios para desarrollar posiciones con profesionalismo. Cualquier discriminación por fuera de la definición de talento pertinente es aberrante.

Es imprescindible garantizar la igualdad de oportunidades sin distinción de género, raza, credo, origen o cualquier condición personal o social. Se trata de cumplir la máxima de que todas las personas son iguales ante la ley. Una forma práctica de comenzar y acelerar el proceso sería brindar las mismas oportunidades para todos, garantizar el equal pay y arbitrar todos los medios para asegurar la no existencia del techo de cristal.

 

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