Si estás buscando trabajo, tal vez sea buena idea pensar en mudarte a Uruguay, Chile, Panamá o Argentina. Según el BID se trata de los países que lideran el índice de mejores empleos en América Latina.
Un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra en qué países se obtienen los mejores empleos en la región.
Según el organismo internacional, este estudio se realizó entre personas de 15 a 64 años de 17 países y a partir de él, se construyó el Índice de Mejores Trabajos que mide las condiciones laborales de cada mercado de la región.
Uruguay, Chile, Panamá y Argentina son los países que cuentan con los mejores trabajos en América Latina
A los países mencionados les siguen, Costa Rica, Brasil, Ecuador, Paraguay, Colombia, Bolivia, República Dominicana, Perú, México, Nicaragua, El Salvador, Honduras y por último, Guatemala.
Según el BID, el informe mide cantidad y calidad de los empleos para determinar qué países tienen los mejores trabajos.
“La dimensión de cantidad captura cuánta gente desea trabajar (participación laboral) y cuántos efectivamente lo hacen (ocupación)”, indicó Carmen Pagés, jefa de la división Mercados Laborales del BID.
“La de calidad mide cuánto del empleo que se genera en los países está registrado en la seguridad social (formalidad) y cuántos trabajadores reciben salarios que son suficientes para superar la pobreza (salario suficiente)”.
“Cada indicador y dimensión tiene el mismo peso dentro del índice y se mide en relación a la población en edad de trabajar (excluyendo a quienes estudian a tiempo completo)”, añade.
Uruguay supera ampliamente al promedio de calidad y cantidad en América Latina. De un total de 100 puntos, Uruguay se ubicó primero con 71,9 puntos, frente al 57,1 del promedio regional.
En la participación laboral marcó 83,5 puntos, frente a 77 del promedio de la región. La tasa de ocupación registró 77 puntos en comparación con los 71,3 puntos de América Latina.
Su tasa de formalidad laboral es de 59,7 puntos, muy superior al 33,5 regional y en el indicador de salario suficiente (el sueldo necesario para no ser pobre), Uruguay obtuvo 67,4 puntos frente a los 46,7 de América Latina.
Sus 3 millones de habitantes no parecen ser parte de la explicación. “Tenemos países chicos en la región que están en los últimos puestos del listado. En Centroamérica hay países del tamaño de Uruguay y justamente el tamaño no los ayuda demasiado”, añadió Pagés.
En contraposición, Guatemala se ubica en el final de la lista con 44,9 puntos, frente al promedio de 57,1 de América Latina y muy lejos de Uruguay (71,9).
Guatemala obtuvo 68,6 puntos en la participación laboral y un 67,1 en la ocupación, por debajo del promedio en América Latina (77 y 71,3, respectivamente). Pero es en la formalidad donde el país se encuentra más abajo en la lista con un 13,9, frente al 33,5 de América Latina y al 59,7 de Uruguay. En cuanto al salario suficiente para no se caer en la pobreza, Guatemala obtuvo 30 puntos frente al 46,7, de América Latina.
“En Guatemala hay mucha cantidad de gente trabajando y trabajan muchísimo, pero lamentablemente el esfuerzo de ese trabajo no ofrecen los réditos que son necesarios para sacar a una familia de la pobreza o en condiciones que no ofrecen seguro social”, agrega.
“Guatemala tiene unas brechas muy grandes entre hombres y mujeres que en parte se explican porque la participación laboral femenina es muy baja “, aclaró la funcionaria.
“Pero también cuando miramos los indicadores de calidad vemos diferencias muy notables, al igual que en Costa Rica, hay una brecha mayor entre el puntaje que consiguen los hombres y lo que consiguen las mujeres”, añade.
Según el listado del BID, Uruguay sigue siendo el mejor país para los jóvenes, mientras que Honduras sería el de peores condiciones laborales.
Para Pagés, “las habilidades que se aprenden en la escuela dejan de servir muy rápido y se requiere de instrumentos para continuar con la formación en el tiempo“. Y agrega “porque al final más habilidades significa más productividad y mejor trabajo”.
La informalidad laboral es el factor que más afecta al empleo en América Latina.
“Las habilidades ayudan, pero hay que mejorar la regulación laboral para poder tener costos de trabajo que estén en medida con la productividad”, dice Pagés.
Uruguay y Panamá son los únicos países de la región que han ratificado el Convenio 181 de OIT sobre agencias privadas de empleo, un instrumento que promueve la cooperación entre servicios públicos y privados de empleo, facilita la formalización de empleos y la formación de competencias basadas en la demanda que minimizan la brecha de habilidades.