Design Thinking, el camino hacia la Innovación
30, noviembreUn informe elaborado por Dinero en alianza con SAP, da cuenta de cómo el Design Thinking Mindset se está convirtiendo en la llave para innovar para las más variadas empresas ...
La economía gig es una realidad en América Latina que puede incrementar las tasas de empleo y la inclusión en tanto ...
La economía gig es una realidad en América Latina que puede incrementar las tasas de empleo y la inclusión en tanto y en cuanto modernicemos nuestros marcos regulatorios para evitar el riesgo de incrementar la informalidad.
Las nuevas formas de la economía, que surgen con modelos como el de Uber, están cada vez más desconectadas de las típicas empresas tradicionales.
Desde hace un tiempo estamos asistiendo al crecimiento de nuevas formas de trabajar y producir dinero, lo que se conoce como economía gig, economía que algunos asocian con la economía colaborativa, o la economía de los freelance y que ha generado una gran cantidad de puestos de trabajo en la última década.
La palabra gig proviene de la época en que los músicos de jazz se ganaban la vida con el dinero recibido en cada presentación. Se trata de una modalidad que es usual hasta el día de hoy en el mundo artístico y que se ha hecho extensivo al resto de los sectores laborales con el crecimiento exponencial de la tecnología.
Servicios como Airbnb, Uber, Amazon Flex, entre otros, que crecen vertiginosamente y han hecho temblar los esquemas de mercado de trabajo en diversas industrias.
¿Qué tienen en común estas propuestas?
Según un estudio del McKinsey Global Institute, no todos los colaboradores de la Economía Gig son freelancers que desarrollan una actividad profesional como autónomos, sino que existen cuatro tipos de trabajadores independientes:
Este mismo estudio indica que a los colaboradores propios de la Economía Gig les unen tres características principales: la autonomía propia de su naturaleza independiente, el pago por tarea realizada y la relación temporal de la relación laboral entre empleado y empleador.
McKinsey Global Institute señala también que las plataformas digitales de prestación de servicios profesionales mejoran la calidad de los servicios prestados al consumidor porque se trata de servicios bajo demanda. Además, estas plataformas crean un mercado transparente, facilitan la elección por parte del consumidor y reducen las barreras de entrada a los participantes en sectores muy diferentes.
La Economía Gig no es más que la consecuencia de la revolución digital cuyas herramientas ofrecen a los profesionales un nuevo entorno que tener en cuenta en sus relaciones laborales. El enorme desafío en América Latina es modernizar nuestros marcos regulatorios para poder dar cuenta de esta realidad y adaptarse al concepto de trabajo del siglo XXI. Es necesario promover diversas formas de trabajo y otorgar formalidad a las diferentes relaciones que conforman un trabajo.