Por Sandra Hokansson

Self-management for leaders es la nueva buzzword de liderazgo, pero tiene su base en una larga tradición de buenas prácticas de gestión del tiempo, gestión personal, liderazgo basado en valores, y liderazgo basado en el ejemplo. Cuando hablo sobre esta competencia en mis prácticas de coaching, incluyo los siguientes rasgos y comportamientos:

• Ética – Integridad – Confiabilidad
• Liderazgo basado en valores
• Capacidad de gestionar el tiempo y priorizar la agenda personal
• Flexibilidad
• Adaptabilidad
• Liderazgo mediante el ejemplo
• Confiabilidad
• Inteligencia Emocional
• Accesibilidad y liderar mediante el recorrido de la organización (Accessibility and leading/managing by walking around (LBWA or MBWA))
• Inclusión
• Apertura
• Campeón de diversidad
• Cuidado de uno mismo

Ahondaré en torno a algunos de estos rasgos debajo:

Gestión del tiempo: la velocidad en la que se mueve el mundo actualmente, junto con la velocidad con que nos comunicamos, genera nuevos desafíos para los líderes. Ellos deben saber manejar adecuadamente sus tiempos – para poder priorizar, focalizar, y generar equilibrio en ambientes frenéticos y que cambian a gran velocidad. Antes, los líderes tenían más tiempo para planear y controlar el contexto donde se movían, apoyándose en una asistencia administrativa adecuada. Pero, actualmente, los contextos cambian velozmente, y los líderes necesitan poder generar cambios en el vamos por sí mismos. Existe una fuerte demanda de aquellos líderes que son capaces de organizarse velozmente, gestionar su agenda, y mantener el foco.

Confiabilidad. Los líderes que son buenos autogestionándose también comprenden que el verdadero desafío radica en cumplir con los compromisos tomados. Ser confiables. Aparecer cuando se prometió que se iba a aparecer.  Presentarse a las reuniones a tiempo. Comunicar su disponibilidad y principales prioridades para que los colegas puedan comprender cuando contactarlos, como es su agenda. Cuando haces lo que dices que vas a hacer, se profundiza la confianza de los colegas en ti como líder.

Liderar recorriendo la organización. Me encanta esta práctica, y la implemento cotidianamente. Se trata de recorrer las instalaciones, frenar para charlar con colegas, y preguntarles su perspectiva en torno a operaciones, ventas, o cuestiones culturales sobre el ambiente de trabajo –no existen límites sobre los temas que puedes discutir. La idea es hablar de forma espontánea y mostrarte abierto y disponible en estas oportunidades de intercambio de ideas. Esta práctica siempre me deja con una renovada energía personal, mayor comprensión sobre el espacio de trabajo, y conocimiento sobre temas y oportunidades que pueden ir surgiendo. También es una buena forma de ser accesible a todos los colegas. Si lideras colegas remotos, puedes realizar llamadas semanales para mostrarte accesible y solicitar sus opiniones o feedback. Es una práctica valiosa en múltiples niveles.

Cuidarse a uno mismo. Lo defino como la disciplina de poder poner límites profesionales y personales, y seguir un abordaje disciplinado al equilibrio vida-trabajo. Los líderes no pueden dar lo que no tienen. Si los líderes no son capaces de cuidarse a sí mismos, y permitir que otros también lo hagan, algo más va a suceder. La creación de una práctica sostenible de liderazgo se basa en equilibrio y disciplina.

Fuente: The Staffing Stream