Los 7 errores comunes (y totalmente evitables) que los nuevos gerentes cometen

14, septiembre

Si, fuiste lo suficientemente bueno para ser promovido. Pero ser gerente implica desafíos con los que nunca tuviste ...

Si, fuiste lo suficientemente bueno para ser promovido. Pero ser gerente implica desafíos con los que nunca tuviste que lidiar siendo un empleado.

Por Laura Vanderkam

La transición a la gerencia no es fácil. Un estudio encontró que es casi tan estresante como atravesar un divorcio.

No es sorprendente entonces que la gente se equivoque en el proceso. Pero, mientras que “todo el mundo tiene derecho a equivocarse a su manera”, dice Lindsey Pollak, cuyo nuevo libro de management, Becoming the Boss ha salido este mes, también hay “errores clásicos” cometidos por “casi todas las personas que entrevisté”. Aquí está cuales son esos errores y como evitarlos.

1. Mantener la mentalidad de estrella

La gente suele ser ascendida porque es brillante en lo que hace. Pero una vez que estás en la gerencia, “tu trabajo ya no es ser la estrella como contribuyente. Tu trabajo ahora es gestionar mediante los éxitos de otras personas”, dice Pollak. Esto es un gran cambio en la forma de pensar y, desafortunadamente, muchos gerentes nuevos “siguen intentando hacer sus viejos trabajos, siendo gerentes al mismo tiempo.”

TU TRABAJO YA NO ES SER LA ESTRELLA COMO CONTRIBUIDOR. TU TRABAJO ES GESTIONAR A TRAVÉS DE LOS ÉXITOS DE OTRA GENTE.

El resultado neto es que tienes el doble de trabajo. Tu compañía puede no ayudarte a descubrir esta nueva mentalidad de coach, pero las buenas noticias son que se ha escrito sobre liderazgo desde los inicios de la escritura impresa. Empápate en esta literatura y descubrirás como motivar a otros a lograr grandes resultados.

2. Hacer el trabajo de otra gente por ellos

Este error es muy cercano al de mantener una identidad de contribuidor individual. Los nuevos gerentes suelen decirle a sus subordinados “déjame hacerlo por ti”, dice Pollak. Pero si odias ser microgestionado, podrás imaginarte que a nadie más le gusta, y el tiempo que usas en microgestionar es tiempo que no estás usando en liderar. “Es una combinación perfecta para el desastre, y es una razón por la cual a mucha gente no le gustan sus gerentes.”

3. No llegar a conocer a la gente

“Como empiezas es muy importante respecto a como eres percibido por el equipo,” dice Pollak. En particular, “no te escondas detrás de la tecnología.” Más allá de que pueda ser más fácil y conveniente comunicarte vía mail, “cuando gestionas gente, el toque humano es sumamente importante para las cosas buenas y no tan buenas.” Quieres descubrir que funciona y que no funciona con diferentes personas, y asumir cosas de antemano puede llevarte a tener problemas más adelante.

4. Llamar la atención con inseguridades. 

Quieres ser pensado como autentico y accesible. Desafortunadamente, la manera en que lo hagas puede minar tu credibilidad. Si eres más joven que la mayoría de la gente que gestionas, no necesitas sobredestacarlo. Si eres mucho más grande, no te la pases hablando sobre cuan malo eres con la tecnología, u otros estereotipos. “No te sabotees a a ti mismo en un espacio de trabajo multigeneracional,” dice Pollak. Puedes respetar a otros sin disminuirte a ti mismo. .

5. Quemar el establo

Quizás has sido traído para cambiar las cosas. Pero, salvo que tus directivas incluyan reemplazar al departamento entero, necesitarás inspirar a la gente que tienes alrededor con tu visión y convencerlos de que trabajen para lograrla, más allá de que hayas sido su primero opción como jefe o no. Honra los años de experiencia y sabiduría de la gente escuchando sus consejos (más allá de que no siempre los sigas).

6. No intentar obtener victorias tempranas

Ahora estás a cargo. Alcanzar victorias tempranas puede convencer a tu equipo de que hablas en serio cuando los persuades de hacer su mejor trabajo. Los ejemplos incluyen: “deshacerte de una reunión fastidiosa”, dice Pollak – una que todo el mundo odie y que ha demostrado ser inútil. O, “sorprende a todos con un desayuno en la primera reunión.” Incluso puedes reservar las buenas noticias para tus primeras reuniones con la gente. El punto es comenzar desde un lugar positivo.

7. No hacerte de tiempo para enfocarte

A veces, en el intento de ser accesibles, los nuevos gerentes se vuelven demasiado reactivos. Se toman largas horas respondiendo a las crisis, pero no tienen tiempo para pensar estratégicamente. Un mejor acercamiento es “pensarte a ti mismo como si fueras una de las persones a las que gestionas,” dice Pollak. Si pasas una hora al día con cada uno de tus empleados, pasa una hora al día sonsacando tu mejor performance, y así podrás atender los problemas antes de que exploten.

Artículo originalmente publicadon por Fast Company